Proyecto Nº 20116740. Ley de lucha contra el cáncer cérvico uterino

Año2011
Número de Iniciativa20116740
EstatusArchivo
Tipo de proyectoLey
Autor de la iniciativa[Allan Ripsimes Rivera Siles, Elman Ramón Urbina Díaz, Jamileth del Socorro Bonilla, Jorge Alberto Castillo Quant, José Bernard Pallaís Arana, Juan Ramón Jiménez, Luis Roberto Callejas Callejas, María Dolores Alemán Cardenal, Mario Valle Dávila, Miguel Angel Meléndez Triminio, Mónica Salvadora Baltodano Marcenaro, Ramón Eliseo Núñez Hernández, Ramón Enrique González Miranda, Salvador Talavera Alaníz, Wilber Ramón López Núñez, Miguel Anselmo Rosales Ortega]

Managua, 8 de Febrero del 2011


Doctor
Wilfredo Navarro Moreira
Primer Secretario, Asamblea Nacional
Su Despacho

Estimado Doctor Navarro:

Nosotros los diputados abajo firmantes, en uso de las atribuciones que nos otorga el art. 140, numeral 1, de la Constitución Política de la República de Nicaragua y los arts. 90 y 91 de la Ley 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo. Presentamos la Iniciativa de Ley denominada “Ley de Lucha Contra el Cáncer Cérvico Uterino”, con su correspondiente exposición de motivos, en original y tres copias y en formato electrónico, cumpliendo con lo establecido en el art. 141, párrafo tercero constitucional y el art. 90, párrafo cuarto de la Ley 606.

Solicitamos a su honorable persona, que a esta iniciativa de ley se le dé el trámite establecido y se envíe a la Comisión para su consulta, dictamen y posterior aprobación por el plenario de esta Honorable Asamblea Nacional. Todo en cumplimiento con los arts. 92 y 30, numeral 1, de la Ley 606 Ley Orgánica del Poder Legislativo

Agradecemos de antemano la fina atención que se brinde prestar a esta iniciativa de ley y nos suscribimos de usted reiterándole las muestras de nuestra estima y consideración.


Atentamente,

María Dolores Alemán Cardenal Jamileth Bonilla Mónica Baltodano

Luis Callejas José Pallais Ramón González Jorge Castillo Quant




Eliseo Núñez Allan Rivera Juan Ramón Jiménez Wilbert López Miguel Rosales

Elman Urbina Miguel Meléndez Mario Valle Salvador Talavera


Managua, 8 de Febrero del 2011

Ingeniero
René Núñez Téllez
Presidente
Asamblea Nacional
Su Despacho

EXPOSICION DE MOTIVOS


La detección de las lesiones precancerosas y del carcinoma del cérvix uterino es por medio de la toma de la citología cérvico vaginal (Papanicolaou). Las acciones desarrolladas hasta el momento han sido insuficientes y solo se han dado algunas respuestas al daño más que a la prevención, la prioridad debe ser disminuir las tasas de prevalencia e incidencia de las lesiones precancerosas y cáncer del cérvix y para esto se debe de capacitar a personal de salud que se encarguen de promover y divulgar permanentemente sobre la toma de Papanicolaou en la comunidad, en las escuelas, por medio de los líderes comunales y medios de comunicación para captar más mujeres.

En los países en desarrollo el Cáncer Cérvico Uterino (CaCu), es el tumor maligno más frecuente en las mujeres, particularmente en el grupo de los 25 a los 64 años y el tercero en mortalidad relacionada con las neoplasias malignas o carcinoma en la población en general.

De acuerdo a la OMS en América Latina y el Caribe, anualmente se producen 72 mil casos nuevos y 33 mil defunciones entre las mujeres, la tasa de mortalidad para Centro América es de 15 por 100 mil mujeres. La Resolución de la 58 Asamblea Mundial de la Salud (2005) sobre la prevención y el control del cáncer, exige la adopción de actividades de tamizaje, detección temprana, diagnóstico, tratamiento y cuidados paliativos.

Es así que para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes antes del 2015, se debe priorizar el acceso universal a los servicios de salud. La salud sexual y reproductiva incluye el cáncer cérvico uterino como una de sus determinantes que afecta a las mujeres durante su ciclo de vida. Esta comprobado que las mujeres que acceden a la información acuden a utilizar los servicios de salud más frecuentemente y tiene una mayor probabilidad de incorporarse en mejores condiciones al mercado laboral, vivir sin violencia y tener una mejor calidad de vida, contribuyendo así al desarrollo de sus familias y sus comunidades.

Nicaragua tiene una de las mayores tasas de incidencias de cáncer cérvico uterino en América Latina y el Caribe, el mayor porcentaje se encuentra en las zonas rurales entra éstas la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). El Estado de Nicaragua debe disponer de un número suficiente de profesionales de la salud calificados, motivados y radicados en el lugar lo que es fundamental para prestar servicios de salud eficaces y mejorar los resultados sanitarios. La escasez de personal sanitario calificado en las zonas remotas y rurales dificulta el acceso a los servicios de atención de salud a una proporción considerable de la población y limita los avances hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio lo que constituye un desafío a las aspiraciones de lograr la salud para todos.

En los países que tienen campañas de detección adecuada con la toma del Papanicolaou (PAP), se ha observado una importante disminución de la incidencia y mortalidad del Cáncer Cérvico Uterino, atribuible a la detección de lesiones precancerosas, en las que el diagnóstico oportuno ofrece la posibilidad de tratamiento precoz, exitoso, menos costoso tanto en lo social como para los servicios de salud.



El Cáncer Cérvico Uterino, es el cáncer femenino más fácil de prevenir y es curable cuando se detecta en etapas tempranas realizándose la prueba del Papanicolaou (PAP), esta prueba realizada en forma periódica puede detectar cambios celulares precancerosos que si son tratados de manera adecuada pueden prevenirlo y detectarlo en etapas tempranas que es cuando el tratamiento es más eficaz.

En etapa temprana los cambios que se producen en una célula son transformaciones anormales llamadas displasia o lesiones precancerosas, estos son el primer paso en una serie de cambios progresivos que pueden llevar al cáncer. A menudo, el tejido precanceroso puede extirparse, en algunos casos es necesario realizar una conización cervical preservando el útero o una histerectomía que es la extirpación del útero.

El tratamiento de una lesión depende de los siguientes factores: 1) El tamaño de la lesión y el tipo de cambios que las células han experimentado; 2) Si la mujer desea tener hijos en el futuro; 3) La edad de la mujer; 4) El estado de salud general de la mujer; 5) La preferencia de la mujer y la opinión experta de su médico.

El factor principal de riesgo para Cáncer Cérvico Uterino es el Virus del Papiloma Humano (VPH), virus que se transmite de una persona a otra por medio de las relaciones sexuales, si bien existen más de 100 tipos del VPH que infecta el aparato genital se han identificado 15 de ellos como tipos de alto riesgo vinculados al cáncer cérvico uterino, sin embargo el tipo 16 es el de mayor presencia en un 50 y 60%, luego en segundo orden de prevalencia esta el tipo 18 de 10 a 12% de los casos.

Otros factores de riesgo de cáncer cérvico uterino es la alta paridad, la actividad sexual a temprana edad, tener muchas parejas sexuales o la relación con un hombre que ha tenido o tiene muchas parejas o infecciones de transmisión sexual ITS, bajo nivel socioeconómico y antecedentes de tabaquismo ya que produce dos veces más riesgos de contraer el cáncer cérvico uterino que en aquellas mujeres que NO fuman. Es por eso que las mujeres que presentan éstos factores de riesgos y que han iniciado vida sexual es recomendable realizarse el Papanicolaou (PAP) en forma periódica.

También contribuyen a acrecentar el problema los factores socioculturales, económicos, educativos y étnicos de las mujeres, la escasa coordinación y el mal desempeño del sistema de salud, la comunicación inadecuada entre proveedores y clientes y la influencia negativa de la infección por el VIH.

El cáncer cérvico uterino también puede prevenirse si se realiza a la mujeres asintomáticas un tamizaje de lesiones precancerosas del cuello uterino de forma periódica y se tratan éstas antes de que progresen a un cáncer invasor.

Actualmente existe dos tipos de vacuna el Gardasil, está diseñada para proteger de los tipos 16 y 18 del VPH (los cuales causa alrededor del 70 por ciento de los cánceres cervicales). Además, protege de los dos más comunes que causan verrugas genitales: el 6 y el 11. Y Cervarix está diseñada para proteger de los tipos 16 y 18 del VPH, para prevención de la infección del Virus de Papiloma Humano, la cual protege contra los tipos VPH que suelen causar con mayor frecuencia cáncer cérvico uterino, esta vacuna se recomienda en niñas a partir de los 9 hasta los 26 años de edad.

Para que los programas de tamizaje no fracasen es necesario sensibilizar a mujeres y hombres sobre lo importante de éste, aumentar los servicios de diagnóstico y tratamiento de las lesiones precancerosas, la capacidad de tratamiento quirúrgico y radioterápico en mujeres que se detecta cáncer invasor, garantizar y mantener servicios de salud de alta calidad. El tamizaje arrojará resultado seguros, si en las unidades de salud se garantiza condiciones óptimas para la realización del Papanicolaou, un transporte eficiente de la muestra que no permita la contaminación de la prueba y se obtengan resultados en un menor tiempo, así como profesionales capacitados en la toma, proceso y lectura de la muestra y los suficientes insumos.



Es importante promover y estimular el uso del condón masculino y femenino y disminuir el número de parejas sexuales ya que este cáncer no suele presentar signos ni síntomas en etapas tempranas, sino que ya en etapas avanzadas mediante flujo o sangrado vaginal anormal, por lo que es importante realizar visitas clínicas a fin de que se le realice su Papanicolaou (PAP) y en casos de detectar el cáncer cérvico uterino acudir a un médico especializado en el tratamiento de cáncer ginecológico.

El 70% de las mujeres que se diagnostica cáncer cérvico uterino se presentan en etapa avanzada, lo que implica un aumento de la tasa de mortalidad por esta enfermedad.

Es importante que el Estado implemente una estrategia eficaz para la prevención y control de las lesiones precancerosas y del cáncer cérvico uterino, mediante un abordaje integral que incluye intervenciones a lo largo de todo el proceso asistencial, desde la prevención primaria al tamizaje, la detección temprana, el diagnóstico, el tratamiento y los cuidados paliativos. Igualmente requiere de un conjunto de servicios
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