Las víctimas del delito en los tiempos del olvido una reflexión desde la victimología en torno a la reforma al sistema penal en Colombia
Autor | Julio Andrés Sampdero Arrubla |
Páginas | 105-133 |
1. Introducción
La reciente reforma al sistema penal colombiano no sólo ha servido para dar
los primeros pasos en la implementación de un sistema de administración
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cionalmente se ha sometido a las víctimas del delito1, y ha develado la oposición
cerrada y recalcitrante de sectores académicos y políticos al reconocimiento de
que un futuro mejor está condicionado a que hagamos nuestra la causa de las
victimas y entendamos de una vez por todas que, como escribe R. MATE, no es
el recuerdo de los vencedores sino el de los vencidos el que crea la esperanza2.
En Colombia, con criterios tradicionales y excesivamente dogmáticos del dere-
cho penal, se ha constituido una visión abstracta, con pretensiones de univer-
«todas las víctimas son
ya la misma víctima: la sociedad; y todas las victimizaciones típicas conculcan fundamental y
prioritariamente el orden penal del Estado»3. Los protagonistas en el drama criminal
en el sistema de justicia no en términos de las partes implicadas, sino más bien
en términos de las regulaciones (legislación penal) y los requerimientos organi-
zacionales del sistema mismo. Las partes directamente comprometidas en un
ANTONIO GARCIA-PABLOS DE MOLINA
victimización secundaria y programas de reparación del daño. La denominada victimización terciaria (El penado
garantismo a favor del presunto responsable tenga como lógico correlato una preocupación semejante por los
derechos del las víctimas.
2 REYES MATE,
Cfr. MYRIAM HERRERA MORENO
Julio.anDrés.saMPeDro.arruBla
Director del Departamento de Derecho Procesal y del Centro de Estudios en Criminología
Bogotá-Colombia.
LAS VÍCTIMAS DEL DELITO EN LOS TIEMPOS DEL OLVIDO
Una Reflexión Desde la Victimología en Torno a la Reforma al
Sistema Penal en Colombia
REVISTA DE DERECHO
sido tomada por el sistema4.
En este orden de ideas, el delito se ha entendido como una vulneración a un
disuelve, y las víctimas, marginadas, pierden por partida doble, primero, frente al
delincuente, y segundo, al serles denegado el derecho a la plena participación en
lo que podría haber sido uno de los encuentros rituales más importantes de su
vida. Las víctimas han perdido su caso en manos del estado5. Paradójicamente,
los sistemas penales que buscan su desarrollo en el marco de la democracia han
preocupados por asegurar sus derechos a través de la implementación del lla-
mado «garantismo penal»6, han marginado a las víctimas, desconociendo que su
presencia es fundamental para comprender integralmente el fenómeno social del
delito7.
La evolución histórica del derecho penal y procesal penal en Colombia ha esta-
do marcada por el olvido del ser8, por los derechos pendientes de los «vencidos»,
por ello el comienzo de un nuevo siglo invita ha hacer un corte y pensar en lo
impensado, en la necesidad de la actualización de los derechos de las victimas,
reconociendo que ellas son una realidad viviente que nos habla de las injusticias
del pasado y nos obliga a tomarlas en cuenta como el camino obligado para
construir una justicia ética; a pensar en una justicia diferente, sin venganza, que
ponga su mirada en el sufrimiento de los inocentes y en la reparación del daño
ocasionado voluntariamente.
Este planteamiento dio lugar, en parte, a que se emprendiera una reforma al sis-
tema penal colombiano que no solo implementara un esquema de juzgamiento
de tendencia acusatoria, sino que hiciera una apuesta por las víctimas del delito.
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gralmente estas ideas, ellas sí fueron utilizadas en la defensa del proyecto de acto
4 Cfr. LOUK HOULSMAN
5 Cfr. NILS CHRISTIE
6 Cfr. LUIGI FERRAJOLI
y la descarada manipulación.
Cfr. EUGENIO RAÚL ZAFFARONI, ALEJANDRO ALAGIA, ALEJANDRO SLOKAR
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